Ubicada en el antiguo pueblo de Benicalaf, es un pequeño pero significativo templo que forma parte del patrimonio histórico y cultural de la Comunidad Valenciana. Construida en el siglo XVII, la iglesia está dedicada a Santiago Apóstol, siendo un lugar de referencia espiritual para los habitantes de la zona.
Este edificio religioso, de estilo sencillo y austero, es un ejemplo típico de las iglesias rurales valencianas. A pesar de su tamaño modesto, destaca por su valor histórico, ya que ha sido testigo de la vida y las tradiciones de la comunidad local a lo largo de los siglos. Su interior alberga un presbiterio decorado con elementos tradicionales, así como imágenes religiosas de gran importancia para la devoción popular.
A lo largo de los años, la iglesia ha experimentado diversas restauraciones para preservar su estructura y mantenerla como un espacio funcional y cultural. Actualmente, La Iglesia de Benicalaf es un lugar emblemático que combina historia, fe y comunidad, siendo protagonista en festividades locales y en actos religiosos.
Aunque hoy en día Benicalaf es una pueblo deshabitada, la iglesia se conserva como un símbolo de la historia de la zona, representando un legado que conecta el pasado con el presente y que sigue atrayendo a visitantes interesados en descubrir su historia y belleza arquitectónica.